Dos horas en coche separan Madrid de Salamanca. Dos horas que merece la pena emplear, cuando no sepamos qué hacer el fin de semana, cuando estemos hastiados del ritmo frenético de la capital o cuando simplemente queramos viajar; para llegar a esta adorable ciudad de Castilla y León.
Ayer se clausuraba en Madrid la XXXIII edición de la Feria Internacional de Turismo más importante de España. Una vez más, profesionales del sector queriendo cerrar acuerdos, potenciales viajeros en busca de la inspiración en algún o stand o simples curiosos que querían viajar aunque fuera solo con la mente, se daban cita entre los días 30 de enero y 3 de febrero en la Feria de Madrid.
El árbol de Navidad adornado con guirnaldas, las luces decorando la ciudad, los belenes, los polvorones, las 12 uvas más importantes del año y la Carta a Sus Majestades los Reyes Magos son algunas de las señas de identidad de nuestra Navidad, de la de dentro de nuestras fronteras.
Es posible que, a la hora de planear algún viaje para los puentes de otoño, Extremadura no aparezca entre los destinos más deseados. O sí, todo es posible. Pero lo cierto es que para hacer turismo nacional, la mayoría de españoles se decantan por visitar Madrid, Barcelona, o alguna ciudad de Andalucía. Sin embargo, conocer Extremadura no deja de ser una opción acertada y sorprendente.
Si hay un lugar dentro de la geografía española que merece la pena visitar dentro de la estación otoñal éste es, sin duda, un encantador y señorial pueblo ubicado en la provincia de Segovia y situado a tan sólo 90 kilómetros de Madrid: la Granja de San Ildefonso.