Al estudiante Erasmus, llegado al país que lo va a acoger, le depara un nuevo mundo. Descubre nuevas culturas, personas, lugares, costumbres y también lenguas diferentes. Para muchos, la lengua española no le resulta un problema, pero para otros, aporta impedimentos en la comunicación. Al final, ¿la diversidad de idiomas con que el estudiante Erasmus se encuentra es solo una barrera a la comunicación o contribuye para su formación?
El Erasmus es una oportunidad única para conocer a gente y los estudiantes que se marchan fuera sueñan con relacionarse con los nativos para aprender la cultura del lugar, pero ¿y si tu grupo de amigos estuviera compuesto por personas de diferentes partes del mundo?