Para un estudiante portugués de Erasmus en España la lengua española no es un obstáculo difícil de superar, solo en la escritura. Las cosas no siempre son fáciles, comparando con la dificultad que otros estudiantes de otras nacionalidades podrían tener.
Sin embargo, existen los llamados “falsos amigos” que son palabras derivadas del latín, las cuales aparecen en idiomas con morfología semejante, y que tienen, el mismo origen. Muchas veces las personas pueden hacer una correspondencia de significados inadecuada, lo que provoca muchas veces situaciones jocosas. Así, se pueden confundir palabras con grafía o pronunciación semejantes, pero que en la realidad poseen significados totalmente distintos. Entre el portugués y el español son frecuentes estos “falsos amigos”.
Algunos ejemplos: la palabra en español “acordar”, en portugués significa “despertar”; la palabra en español “borracha”, en portugués significa “goma”; la palabra española “tirar”, en portugués significa “retirar” o la palabra “asignatura” en español que en portugués significa “firma”.
El idioma portugués tiene muchos más sonidos que el español y, por eso, muchas veces en la facultad o en una cafetería cuando un portugués pide algo, si no pronuncia las palabras de una forma totalmente correcta, ya no lo entienden. Como algunas palabras con la “R”, que en portugués se leen de forma diferente, o con la “J”, cuyo sonido en español es como la “R” en portugués. Son idiomas muy semejantes pero para la mayoría de los extranjeros los lusitanos hablan polaco o ruso – “Si los portugueses hablan deprisa no entiendo casi nada, ¡me parece ruso!”, señala Emilio Rodríguez, estudiante español residente en Madrid.
Para un portugués, que tiene un idioma muy semejante al español, los obstáculos no son muy visibles, aunque las raras situaciones también ocurran. No obstante, para un estudiante Erasmus italiano, belga, alemán o francés, por ejemplo, el escenario cambia un poco. “Cuando he llegado a Madrid no entendía nada de lo que me decían. ¡Para mi todos hablaban en código!”, comenta Lisa Trucci Meloncelli, estudiante italiana de Erasmus en Madrid. Hay idiomas tan distintos del español que ciertos estudiantes terminan su Erasmus solo con una idea general de la estructura de la lengua española.
Además de la relación del estudiante Erasmus con la lengua española, también existe la relación estudiante Erasmus con otros Erasmus. Normalmente la “lengua-puente” es el inglés, pero no todos lo hablan. «Cuando llegué a Madrid, conocí mis compañeras de piso – una portuguesa que ya venía conmigo de Lisboa, una española y dos italianas.», revela Mafalda Guedes Miguel, estudiante portuguesa de Erasmus en Madrid, «ahora ya todas hablamos en español de modo a alcanzar una comunicación fluyente, pero en el inicio llegábamos al final del día con un dolor de cabeza de la constante gesticulación y de intentar construir frases básicas, pues no todas hablamos español o inglés. Sin embargo, aun hoy, después de cuatro meses en Madrid, el cambio de lenguas en nuestra casa es una realidad, pero ahora porque ya sabemos un poco de todos los idiomas.»
Para un alumno Erasmus, llegar a España y encontrarse con nuevas culturas y lenguas puede ser un obstáculo. Si esto implicase el origen de numerosas dificultades en la facultad, por ejemplo, es una limitación perjudicial. Pero muchas veces, puede crear situaciones graciosas e inéditas. La convivencia de distintos idiomas ayuda a la evolución del sujeto y a su enriquecimiento personal, aunque en el inicio sea una extraña situación para el estudiante.