Un grupo de investigadores españoles acaba de descubrir que a través de un elemento que se encuentra en el té verde junto con un protocolo de estimulación cognitiva, se pueden mejorar las actitudes intelectuales de las personas con el síndrome de Down. Mara Dierssen, neurocientífica del Centro de Regulación Genómica de Barcelona y colíder del estudio, ha manifestado que “es la primera vez que un tratamiento demuestra eficacia en un ensayo fiable en términos científicos”.