Un hombre ha muerto este martes por la mañana en Berlín mientras conducía como consecuencia de la explosión de una bomba que se encontraba en su vehículo. Las primeras informaciones apuntan a que se trata de un asesinato, no de un atentado terrorista. La policía de Berlín ha acordonado la zona y no ha localizado más artefactos explosivos en el vehículo.
Un coche que circulaba por el barrio de Charlottenburg, al oeste de la ciudad alemana de Berlín, ha explotado esta mañana a causa del estallido de un artefacto explosivo alojado en el interior o sobre el vehículo, según ha explicado un portavoz de la policía de Berlín. Martin Steltner, de la Fiscalía de Berlín, ha asegurado que las primeras investigaciones apuntan a que se trata de un asesinato.
El turismo, un Volkswagen Passat de color gris, quedó detenido tras la explosión en mitad de la calzada de la calle de Bismarck, cerca del monumento de la Columna de la Victoria, mientras circulaba en dirección hacia al centro de la ciudad. Tras el estallido, el vehículo colisionó contra otro automóvil que se encontraba estacionado en la zona.
El conductor ha fallecido y su identidad aún está por confirmar, aunque el diario alemán ‘Spiegel online’ asegura tener datos sobre la víctima. Según esta publicación, se trataría de un berlinés de 43 años al que la policía tenía fichado por tráfico de drogas. Según diversos medios alemanes, los investigadores sospechan que la explosión es consecuencia de un acto de crimen organizado, no de un atentado terrorista.
La policía ha acordonado la zona y ha sugerido a los vecinos que permanezcan en sus casas. El turismo, según aseguran las autoridades, no contiene más artefactos explosivos, por lo que el coche afectado por la explosión no es un foco de peligro.
Tras el estallido, la Policía de Berlín alertó a los conductores que el tráfico estaba bloqueado en el barrio de Charlottenburg, e informó del presunto asesinato en su cuenta oficial de Twitter, acompañando la información con una fotografía. La investigación sigue en marcha para esclarecer las circunstancias del hecho.
Los investigadores creen que un “artefacto explosivo” es la causa de que el avión ruso cayese el pasado sábado en la península egipcia del Sinaí, causando la muerte de las 224 personas que se encontraban a bordo. Los equipos de rescate rusos que buscan los restos de las víctimas del Airbus A-321 darán por concluido el trabajo esta noche tras peinar 40 kilómetros cuadrados.
En los seis años que duró la II Guerra Mundial, el Reino Unido estuvo desde un principio en desacuerdo con Hitler, y por consiguiente con Italia y Japón. Fue escenario entre 1940 y 1941 de la llamada Batalla de Inglaterra. El país envió tropas a combatir en la mayoría de los combates contra Alemania en Europa occidental, contra Italia en el norte de África y contra Japón en las colonias británicas del Pacífico. Ahora, 70 años después, Londres sigue desenterrando los restos de una guerra que sólo pisó el suelo británico en forma de bombas.
El departamento de artificieros de las Fuerzas de Seguridad belgas ha obligado a desalojar parte de las oficinas del Parlamento Europeo, en Bruselas, en torno al medio día por una amenaza de bomba.
Una llamada anónima a la agencia de noticias, Europa Press, alertando de la colocación de 4 artefactos caseros ha provocado el desalojo del centro universitario donde se iba a llevar a cabo una “charla informativa” de mano de una organización pro-independentista vasca.