Han tenido que pasar más de 70 años para que un presidente americano haya pisado uno de los escenarios más trágicos de la Segunda Guerra Mundial. Hoy, Barack Obama ha aprovechado la reunión del G7 para rendir homenaje a las víctimas de la bomba atómica lanzada por su país en 1945. Sin embargo, no ha pedido perdón por estas acciones, según ha recogido Asociated Press.
En su discurso, Obama ha sostenido que “el hombre no debe ser capaz de hacer mal a alguien”. Por esta razón, ha abogado porque los países y sus alianzas posean los métodos para defenderse a ellos mismos. Esta directriz ha sido uno de los pilares del presidente estadounidense, que promovió un impulso en el gasto de defensa de los países miembros de la OTAN.
De esta forma, ha manifestado la necesidad de “contar a nuestros hijos una historia diferente que describa una humanidad común”, donde la guerra atómica deje paso a un nuevo despertar moral. También, ha abogado por que los muertos en Hiroshima sean un símbolo.
La visita de Obama a Japón forma parte de la gira internacional, donde ha visitado Alemania y Reino Unido. En esta ocasión, la Casa Blanca ha decidido estar presente en el país nipón para expresar las buenas relaciones entre Japón y Estados Unidos
En la ciudad, la visita de Obama ha causado manifestaciones contra la figura de los dirigentes de ambos países. El mandatario japonés, Shinzo Abe, ha vuelto a invertir en Defensa por primera vez tras la Segunda Guerra Mundial.