En Jableh han tenido lugar al menos cuatro explosiones en las inmediaciones de un hospital, causando por lo menos 53 muertes. Asimismo, en la ciudad de Tartú ha explosionado un coche bomba y dos terroristas se han inmolado junto a una gasolinera, dejando como resultado 48 víctimas.
El autodenominado EI ha reivindicado los ataques en ambas ciudades, según informa la agencia Amaq -simpatizante del grupo terrorista-, y ha apuntado que su principal blanco han sido los partidarios del presidente de el Asad, como recoge Reuters.
El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, ha lamentado que se trata “sin duda de uno de los peores ataques” contra estas dos ciudades desde el inicio del conflicto en Siria, en marzo de 2011.