Arraiz fue detenido el pasado 8 de mayo, momento en el que reconoció su cercanía a ETA, confirmando haber formado parte de una mesa clandestina con el partido nacionalista vasco Batasuna. En dicha declaración aseguró que dejaría de tener vinculación con dichas asociaciones y que además ayudaría a contribuir a la reparación de las víctimas del terrorismo.
El acuerdo mencionado anteriormente fue aceptado por la fiscalía y la defensa, quienes pidieron dos años únicamente para el parlamentario de EH Bildu con la premisa de configurar una inhabilitación especial que le impidiera seguir desempeñando sus funciones de parlamentario a nivel municipal, provincial, autonómico, estatal y europeo durante esos dos años.
La acusación popular, AVT Dignidad y Justicia, que pidió hasta diez años de cárcel por dilaciones ilícitas, ha quedado ignorado por la sentencia. Además, éstos se negaron a aceptar el acuerdo.
Esta vista oral podría haberse evitado si las partes hubiesen llegado a un acuerdo, tal y como ocurrió en el año 2007 con 35 dirigentes de izquierda abertzale.