El hombre que desde 2012 dirigía a los espías alemanes, Gerhard Schindler, ha sido apartado de su cargo esta mañana a petición de la canciller Angela Merkel debido a las críticas por su gestión del escándalo de las escuchas estadounidenses. El ministro de la Cancillería, Peter Altmaier, informó de que el cese se hará efectivo el 1 de julio.
La sustitución de Schindler llega meses después de que empezaran las críticas por el escándalo de espionaje a Estados Unidos. Hace un año medios de comunicación publicaron que el BND había usado desde su central en Bad Aibling sistemas de capturas de datos que la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) usa para espiar a aliados europeos. La NSA había detectado y borrado 12.000 capturas realizadas por sus amigos de EE UU, con direcciones de correo electrónico y otros datos presuntamente destinados a espiar a Gobiernos y diplomáticos europeos.
Sin embargo, hacía tiempo que el escándalo de las escuchas había desaparecido de la agenda política en Alemania, que desde el pasado verano encabeza la crisis de refugiados y todas sus consecuencias.
El Gobierno alemán ha aplazado su reacción hasta el miércoles por la mañana, según el periódico Sueddeutsche Zeitung, día en que Peter Altmaier confirmará el relevo y anunciará a su sustituto Bruno Kahl, un alto funcionado y hombre de confianza de Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas.