El acuerdo con la Fiscalía General, las autoridades medioambientales de Estados Unidos y de sus respectivos Estados consistirá en recomprar hasta 480.000 de los coches afectados, por los que pagará 5.000 dólares por unidad. Para los otros 120.000, la compañía pretende ofrecer una solución de reparación, siempre que cuente con el beneplácito de las autoridades estadounidenses.
Tras este primer acuerdo, el juez encargado del arbitraje, Charles Beyer, ha dado a las dos partes un plazo de dos meses, hasta el 21 de junio, en el que deberán preparar un documento que refleje el consenso. Éste deberá ser informado públicamente y necesitará la aprobación del juez.
De esta manera, como ha explicado el abogado, David Boies: “Los propietarios de un Volkswagen van a tener que esperar un poco más”. El abogado explicó que los involucrados podrán revisar el acuerdo y que una vez lo hayan hecho, el juez volverá a escuchar todos los puntos de vista antes de aprobar el texto final.
Por otra parte, la propuesta de Volkswagen da también la posibilidad a los afectados de vender sus coches a terceros y recibir ayudas del fabricante. Además, la compañía asumirá los costes de cancelación de las líneas de crédito que se hubieran contratado para comprar sus vehículos manipulados.
No obstante, este acuerdo no abre las puertas para un acuerdo similar con los países de la Unión Europea. Como aclaró la empresa: “El pacto no tiene efectos legales fuera de Estados Unidos”. El escándalo de las emisiones diesel afecta a casi 10 millones de unidades en el mundo de las cuales 700.000 circulan por el territorio español.
La compañía alemana por ahora solo ha optado por llamar a revisión a los vehículos afectados dentro del territorio de la Unión Europea. Sin embargo, tras el acuerdo de los Estados Unidos, Volkswagen decidió aumentar las provisionespara hacer frente al escándalo valoradas en 20.000 millones de euros, unos 13.300 más de los que se habían reservado inicialmente.