Varios han sido los atentados que se han producido en el territorio africano durante los últimos meses, como el de Bamako (Mali) y el de Uagadugú (Burkina Faso), donde murieron 27 y 26 personas respectivamente. Esta vez ha ocurrido en Costa de Marfil, que ya se encontraba en estado de alerta. El ataque se produjo en la playa de Grand Bassam, una localidad turística situada a 30 kilómetros de Yamusukro (capital de Costa de Marfil), y frente al Golfo de Guinea, donde muchos turistas van de visita los fines de semana.
Unas horas después del atentado, las primeras informaciones confirmaron la existencia de 16 cuerpos, correspondientes a 14 civiles y dos militares. Esta cifra ha aumentado a 18, siendo 15 civiles y 3 militares los fallecidos en este atentado, según han afirmado medios locales. Entre estas víctimas, se encuentran cuatro europeos del que solo ha sido confirmada la identidad de uno de ellos, un francés, tal y como ha informado el presidente François Hollande.
Al igual que en los atentados de Bamako y Uagadugú, éste ha sido obra de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), grupo liderado por el terrorista Moktar Belmoktar. Según el relato de varios testigos, los atacantes aparecieron repentinamente en la playa vestidos de civiles y disparando a todo el mundo al grito de “Allahu Akbar” (Alá es grande). Los tres terroristas fueron abatidos conjuntamente por las fuerzas especiales del ejército marfileño y por soldados franceses.
"Aquí trabajamos todos los días para que lo extranjeros puedan venir a relajarse... Con todo lo que ha pasado, no creo que los clientes vayan a regresar ahora", expresó el hotelero Francois Tanon. Las personas que viven del turismo en Costa de Marfil creen que este ataque del grupo AQMI a los tres hoteles asestará un fuerte golpe al sector.