La BAE ha calificado como “incidente grave”, el suceso que tuvo lugar el pasado 19 de febrero cuando un Airbus de la compañía AirFrance, evitó el choque con una nave no tripulada (dron) al iniciar el aterrizaje al aeropuerto de Charles de Gaulle en París. Según ha informado BEA a través de un comunicado, el copiloto fue el que advirtió la presencia del dron cuando se aproximaba a la pista 26L del aeropuerto parisino a una altura de 5.500 pies y descendía a unos 1.000 pies por minuto.
En el informe de la BEA se relata cómo el copiloto tuvo que desconectar el piloto automático para poder realizar una maniobra y esquivar la nave no tripulada, además de avisar al comandate de la presencia de la misma. También explica que “el comandante del avión vio el dron y estimó que estuvo a unos cinco metros por debajo del ala derecha del avión”, así como tras lograr esquivar la aeronave sin piloto, la tripulación informó al control del tráfico aéreo de la presencia del aparato, reactivó el piloto automático y retomó la maniobra de aproximación.
El suceso se ha conocido después de que la Asociación de Pilotos Aéreos Británicos pidiera al Gobierno que investigara que ocurriría si un dron alcanzara a un avión en el aire. Dicha petición estuvo motivada por varios casos en los que estas naves casi chocan con aviones.
Según informó este miércoles el sindicato Balpa, es importante que el Gobierno haga un análisis profundo sobre las serias consecuencias de un impacto con un dron, ya que éstos llevan unas baterías eléctricas que contienen el elemento sólido más ligero, el litio. Según sus datos, entre el 11 de abril y el 4 de octubre del año pasado se denunciaron 23 casos en los que un dron estuvo a punto de hacer impacto con un avión en maniobras de despegue o aterrizaje.