El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha ratificado junto a Albert Rivera, dirigente de Ciudadanos, un pacto que supone el colofón a una semana de negociaciones entre ambos partidos. El escrito no puede ser considerado aún como pacto de investidura, ya que entre los dos partidos suman un total de 129 escaños, quedando lejos de los 176 necesarios para la obtención de mayoría absoluta. Rivera ha pedido al resto de partidos el apoyo al pacto firmado y ha asegurado: “Todo esto no lo podemos hacer solos”
El contenido del texto incluye importantes renuncias por parte de ambas formaciones. El PSOE cede en su posición en lo referente a las diputaciones, las cuales la formación naranja pretende eliminar y sustituir por Consejos Provinciales de Alcaldes, un nuevo órgano con la intención de defender los intereses de los pequeños ayuntamientos. Por su parte, Ciudadanos ha renunciado al establecimiento de un modelo único de contrato laboral.
La eliminación de las diputaciones se enmarca en lo que sería una reforma constitucional que incluye, además, medidas como la supresión del aforamiento o la limitación temporal para ejercer el cargo de presidente del Gobierno a un máximo de 8 años. También destaca en esta reforma el establecimiento de un modelo de Estado federal, así como la oposición a todo tipo de referendo convocado en cualquier territorio que impulse la autodeterminación del mismo. Otros de los puntos fundamentales del pacto incluyen medidas como el establecimiento de una nueva reforma laboral, el aumento del tiempo del permiso por maternidad o restablecer la universalidad del Sistema Nacional de Salud.
Por su parte, el presidente Mariano Rajoy se ha manifestado contrario al pacto entre PSOE y Ciudadanos, afirmando que no se trata de un pacto ni de investidura ni de gobierno y añadiendo “no sirve para nada”. Si el PP o la formación de Podemos, que también se ha mostrado contraria al pacto de Gobierno, no cambian su posición, éste no tendría validez, al menos, en la primera votación al no obtener mayoría absoluta. Si esta situación llega a darse, la Constitución contempla una segunda votación 48 horas después, la cual podría resolverse si el candidato obtiene una mayoría simple, es decir, si obtiene un mayor número de votos a favor que en contra. En la práctica, esta segunda votación sería favorable a la investidura de Sánchez si el PP se abstiene, contrariamente a la posición defendida a día de hoy por la formación de Rajoy.