Las negociaciones que se están llevando a cabo desde hace dos semanas entre el líder socialista, Pedro Sánchez, y el presidente del nuevo partido naranja (C’s), Albert Rivera, han derivado en la posible formación de un pacto conjunto. Dicho pacto abarcaría una nueva reforma constitucional que ambos partidos están diseñando simultáneamente.
Esta reforma debería estar basada en cinco puntos clave: supresión de los aforamientos, es decir, limitar los aforamientos de los cargos públicos, además de facilitar iniciativas legislativas populares, rebajando a la mitad el número de firmas necesarias para impulsar iniciativas. En la actualidad, el número de firmas necesarias se sitúa en 500.000 personas a favor, quedando en un total de 250.000 tras la reforma.
Por otro lado, estas propuestas hacen especial hincapié en la despolitización de la justicia, retirando de los tribunales los privilegios que podrían tener ciertas figuras políticas, supresión de las diputaciones, y por último, limitar los mandatos a ocho años para el Presidente del Gobierno.
Es tal la importancia de estas medidas que incluso el líder de Ciudadanos piensa que sería inviable hacer un pacto sin estos supuestos, declarando que "no puede haber un Gobierno de España que no asuma estas reformas”.
Además, Pedro Sánchez sigue negociando con partidos de izquierdas gracias a la retirada del veto que tenía Pablo Iglesias sobre los socialistas. Sin embargo, el líder de Podemos asegura que nunca ha existido tal premisa, por lo tanto, nunca ha prohibido a la agrupación de Pedro Sánchez seguir negociando. Al mismo tiempo, los grupos de izquierdas, señalan que no es viable un pacto con otros grupos políticos, ya que no llegaría a la cifra necesaria para formar Gobierno sin la presencia de estos grupos, en referencia al grupo de Albert Rivera, y además, añaden, se niegan en rotundo a hacer un pacto en el que tenga cabida ese nuevo grupo.