El ISIS (Estado Islámico de Irak y el Levante) atentó el pasado domingo 21 de febrero en las ciudades sirias de Homs y Damasco. Así, se han producido un total de seis explosiones repartidas entre los distritos de al-Zahraa, en Homs, y de Sayeda Zainab, en el sur de Damasco. Ambos son de mayoría chií y, en el caso de al-Zahraa, gran parte de la población pertenece a la rama alauita, al igual que el presidente sirio Bashar al-Asad.
Dos coches bomba y dos suicidas con cinturones explosivos han dejado 120 víctimas mortales en el área de Sayeda Zainab, además de decenas de heridos. Entre los fallecidos se encuentran 75 civiles y 19 soldados miembros de la NDF (Fuerza de Defensa Nacional siria), una milicia progubernamental.
En la ciudad de Homs han fallecido 64 personas por la explosión de dos coches bombas en el barrio de al-Zahraa. Entre los muertos se encuentran 39 civiles, 11 mujeres y dos niños, además de 10 policías y milicianos de la NDF, según informa el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). El resto de las víctimas aún no han sido identificadas.
El OSDH no descarta más víctimas mortales debido al estado de gravedad de algunos heridos. Los atentados coinciden con el anuncio de un acuerdo provisional entre los secretarios de Estado estadounidense y ruso, John Kerry y Serguéi Lavrov, para una tregua en el conflicto sirio.