Una empresa pequeña de la zona de Alabama, se encargará de construir una planta de ensamblaje en Cuba, con el objetivo de vender aproximadamente una cantidad cercana a los 1.000 tractores pequeños al año, tanto a agricultores como a constructores independientes. La compañía es Cleber LLC, y sus dueños, Horace Clemmons y Saul Berenthal, financiarán esta fábrica en el puerto cubano de Mariel, al oeste de La Habana, con un coste de en torno a los 5 y los 10 millones de dólares.
Uno de los dueños de Cleber LLC, Saul Berenthal, nació en Cuba pero se fue de la isla a los 16 años. “Tengo dos países que durante 60 años han estado en los peores términos posibles. Cualquier cosa que pueda hacer para unir a los dos países y su gente es tremendamente satisfactorio”, afirmó el empresario. Clemmons y Berenthal, tienen previsto poner en marcha el proyecto para el primer trimestre de 2017, que también ya ha sido aceptado de manera satisfactoria por las autoridades cubanas.
Es un acontecimiento realmente importante, ya que para ver un hecho similar habría que remontarse a muchos años atrás. Concretamente, hasta 1959, cuando se produjo la revolución comunista en la que Fidel Castro asumió el poder, y además, se encargó de nacionalizar miles de millones de dólares de propiedades privadas y de empresas estadounidenses. Esta situación produjo que EEUU tuviera que establecer un embargo a la isla, imposibilitando así cualquier tipo de trato comercial o empresarial.
El claro objetivo de Barack Obama, es el de poder visitar Cuba antes de enero de 2017, que es el momento en el que finaliza su mandato como presidente de los EEUU, y quiere evitar así cambios de última hora en los acuerdos establecidos por ambos países cuando llegue la hora de la llegada del nuevo presidente.