La línea de ferrocarril ha engendrado contratiempos en la Fase 2 del AVE a La Meca, ya que la inversión de las empresas nacionales, a la obra que se diseñó y gestó en el año 2011, debería ser cada vez más alta. Hecho que ha provocado que se generen malentendidos entre los inversores que no quieren continuar con el proyecto. Por este motivo el consorcio español ‘Al shula’ al que pertenecen RENFE, Adif e Ineco, se está viendo afectado.
Ana pastor, ministra de Fomento, acudió a la reunión a la que asistieron los 12 inversores, en la que el ministerio pidió que las empresas elevaran el fondo de inversiones pero la respuesta fue al unísono, sobretodo las privadas, que se negaron rotundamente. Y entre todas acordaron pedir a la capital de Arabia Saudí más dinero.
Por otra parte, el consorcio de empresas francesas y chinas también están demorando el proyecto, pues aunque la línea entre Yeda (segunda ciudad más grande del país saudí) y la Meca es de apenas 50 kilómetros, sin embargo, las obras se están viendo afectadas por tener que recurrir a la creación de elementos que faciliten la obra por las condiciones del terreno, por lo que esta línea no estará finalizada en el plazo acordado. Mientras tanto, los saudíes reclaman el plazo del primer trimestre de 2017 como fecha límite.
Estos contratiempos están demorando el tiempo de trabajo y están derivando al consorcio de transportes a pedir un aumento de la inversión debido a que este dinero no se preveía en el contrato inicial.