Las preguntas del fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, consiguieron que el ex contable confesara los supuestos delitos fiscales que se investigan en el Instituto Nóos. Durante su relación con la empresa Aizoon, vinculada a la trama en la que están imputados el duque de Palma y la infanta Cristina, esta compañía tramitó altas y bajas en la seguridad social de personas que no prestaban servicios a la empresa. Éstas solían ser familiares de Urdangarín o colectivos que aportaran deducciones fiscales. Llegaron a contratar a madres de familias numerosas, según las declaraciones de Teijeiro que han sido recogidas en Europa Press.
Además, también se tramitaron a los empleados domésticos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, así como a sus secretarios, como si formaran parte de la fundación sin ánimo de lucro que presidían. Teijeiro ha declarado que tanto Urdangarín como su socio, Diego Torres, “habían creado un entramado para cargar facturas a esta entidad y repartirse los beneficios que obtenía”. En palabras del propio ex contable, esta práctica fue una forma de ‘ennegrecer’ el dinero. Éste se encargó de emitir los cheques al portador que él mismo cobró y entregó en forma de sobres a Torres y a su socio.
Por último, el ex contable de Nóos reconoció que, según su testimonio, la Casa Real habría alertado al marido de la infanta para que abandonara sus obligaciones a cargo del Instituto Nóos. “No querían que estuviera vinculado a ello por todo el lío que había habido”, expresó su antiguo responsable de finanzas.