La ciudad de Múnich ha acogido esta madrugada a los principales agentes internacionales de la guerra siria. Rusia y Estados Unidos han llegado a un acuerdo tras varias horas de negociaciones. Las potencias finalmente han acordado un pacto que comenzará en una semana, y en el que también han participado Arabia Saudí, Turquía e Irán, entre otros. Asimismo, ha asistido el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura.
Una vez que entre en vigor, permitirá una masiva entrega de ayuda humanitaria a los millones de sirios afectados por la guerra. Esta ayuda, por el momento se llevará a cabo en las zonas con más necesidad, Al Fua, Kafrya y las áreas sitiadas en Damasco, Madaya, Muadamiya y Kafr Batna. El texto de Naciones Unidas con respecto a esta apoyo, contempla que “el acceso humanitario en las zonas más urgentes será el primer paso hacia un acceso sin restricciones en todo el país”.
El propio secretario de Estado de EEUU, Jhon Kerry, ha reconocido la fragilidad del trato, ya que según el estadounidense, su eficacia se demostrará cuando las partes implicadas se pongan en marcha. "Tenemos que asegurarnos de que esto se ponga en práctica, y eso incluye a Rusia e Irán", ha señalado el político norteamericano, una vez establecido el acuerdo. Por su parte, Sergei Lavrov, ministro de exteriores ruso, ha recalcado que las negociaciones de paz deberían retormarse lo antes posible. "Es un cambio cualitativo que llevamos pidiendo desde hace tiempo y ahora aplaudimos", ha añadido Lavrov.
Según la Cruz Roja, unos 50.000 sirios han tenido que abandonar sus hogares, después de los últimos bombardeos sucedidos en la provincia de Alepo. La zona se mantiene en conflicto desde que el sector oriental quedase en manos de los rebeldes en 2012, mientras que la parte occidental ha estado mantenida por las fuerzas gubernamentales. El acuerdo supone un rayo de luz en una guerra que ha provocado ya más de 6,6 millones de desplazamientos nacionales y 4,5 millones de desplazamientos a otros países.