Los coreanos lanzaban el pasado domingo a las 9:00 horas local, desde las instalaciones de la Agencia del Desarrollo Aeroespacial Norcoreano, al oeste del país, un misil que ha despertado la inquietud y el enfado de los líderes internacionales. Al respecto, Corea ha asegurado que el presunto misil era en realidad un nuevo satélite que querían colocar en la órbita terrestre y que lo lograron con satisfacción, habiendo quedado colocado en órbita el satélite de observación llamado Kwangmyongsong y traducido al castellano como ‘estrella brillante’. Además, el país asiático ha justificado que ya había anunciado con anterioridad que se produciría dicho lanzamiento. Aún así, la proyección se adelantó unos días a ese plazo de tiempo que se dio, por las condiciones meteorológicas favorables.
Los críticos y el resto de países descartan esta declaración y sospechan que el país coreano ha lanzado un misil para probar las nuevas armas nucleares que están desarrollando desde Pyongyang, capaces de superar la barrera continental y llegar a Estados Unidos. Además, el lanzamiento ha coincidido en fechas cercanas a la celebración del aniversario de la muerte del líder coreano Kim Jong II.
La ONU se reunió con urgencia para analizar la situación acaecida, ya que se habría producido una fuerte violación de las reglas establecidas por la Organización en cuanto a energía nuclear en Corea del Norte, y obviamente prometieron tomar medidas significativas. Por otra parte, Corea del Sur y EEUU estarían negociando ejercicios militares conjuntos contra este país asiático, y China, la principal aliada de Corea del Norte, se encuentra algo disgustada con este acontecimiento.