La campaña de bombardeos que Estados Unidos comenzó hace unos años ha terminado con la vida de Yalal Blaidi, un líder de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) en Yemen. Junto con él se encontraban cinco de sus compañeros conduciendo un vehículo militar. La dura política que los americanos llevan en este país se deben a que lo consideran el feudo de una de las ramas más activas y peligrosas de Al Qaeda.
El ataque se llevó a cabo en el sur de Yemen en la provincia de Shebua. Los americanos lanzaron dos misiles sobre el vehículo mediante un avión no tripulado en la zona de Haban. Sin embargo, en ningún momento utilizaron la táctica de despliegue por tierra.
Esta política militar comenzó en 2009 tras los atentados frustrados de Detroit. Los terroristas eran procedentes de Yemen. Estados Unidos interpretó el ataque como una revancha por las implicaciones americanas en el país. Desde ese momento endurecieron sus métodos, políticas y ataques para acabar con la que consideraban una de las ramas más fuertes de Al Qaeda. Además, Yemen es un lugar muy simbólico para los yihadistas, ya que el padre de Bin Laden era procedente de esa mismo país.
Estados Unidos, mediante su política de bombardeos en Yemen, ha conseguido quitar la vida al número dos de Al Qaeda, Naser Al Wuhayshi, entre otros. Los norteamericanos mantienen una lucha ‘sin cuartel’ con los terroristas atacando a los altos cargos de la organización que aunque rápidamente restituyen el puesto ven mermadas sus tropas.