Abe ha reaccionado con esta afirmación frente a la notificación transmitida por las autoridades norcoreanas a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Organización Marítima Internacional (OMI) sobre el próximo envío de un satélite de observación aérea, según informaron ambas instituciones.
El lanzamiento norcoreano “violaría numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU al utilizar tecnología de misiles balísticos prohibidos”, según ha denunciado el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Jhon Kirby.
Tanto EE.UU. como Corea del Sur y Japón han destacado que el lanzamiento violaría las resoluciones de la ONU y amenazaron con más sanciones, al igual que China, histórico aliado de Pyongyang, aunque de forma más moderada.
Por su parte, el ministro nipón de Exteriores, Fumio Kishida, ha afirmado que Japón “trabajará con otros países afectados para pedir a Corea del Norte que se abstenga del lanzamiento”, en alusión a EE.UU. y Corea del Sur.
Por otro lado, las Fuerzas Auto-Defensa (Ejército) de Japón han desplegado en su propio mar destructores del sistema de combate Aegis, equipados con el interceptor Standard Missile-3, y han puesto en modo operativo sus unidades tierra-aire Patriot, también con capacidad de interceptación de misiles de largo alcance.
El país comunista notificó este martes que la Organización Internacional de la Aviación Civil (OACI), la Organización Marítima Internacional (OMI) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) tienen intención de lanzar, entre el 8 y el 25 de febrero, un satélite de observación aérea.