El Juzgado de Instrucción Número 1 de la capital gallega le concedió a la madre superiora una hora para liberar a la tres monjas que permanecían retenidas en el convento desde finales de los 90 y que lograron salir el sábado 23 de enero alrededor de las 11 de la mañana, gracias a la operación realizada por la comisión judicial.
El caso comenzó cuando llegó una denuncia a la Unidad contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) que aseguraba que cinco mujeres indias permanecían detrás de los muros del convento en contra de su voluntad y realizando trabajos en “condiciones de casi esclavitud”, como recoge el auto de la jueza Ana López-Suevos. Las mujeres eran amenazadas por la madre superiora que les decía que serían deportadas puesto que su situación en España era irregular.
La operación llevada a cabo por la Policía tenía como objetivo rescatar a las cinco monjas que habían estado obligadas a residir en el convento por más de una década. Sin embargo, a la hora del rescate dos de ellas expresaron su deseo de permanecer en las instalaciones.
La denuncia fue realizada por otra monja que había logrado escapar del convento utilizando como pretexto que iba a visitar a su familia en la India. La mujer se instaló en Madrid, donde contactó con UCRIF asegurando que sus cinco compañeras seguían retenidas y que la única manera de salir era tomando uno de los dos juegos de llaves que abrían la única salida y que además estaban permanentemente custodiados.
Las tres mujeres ya se encuentran en Madrid donde iniciarán una nueva vida después de haber permanecido encerradas en contra de su voluntad por más de una década.