La formación de un nuevo gobierno sigue dando que hablar. Después de la negativa de Ciudadanos a apoyar un gobierno del PP, Pablo Iglesias ha desvelado hoy, en la rueda de prensa posterior a su reunión con Felipe VI, la intención de la agrupación morada de formar un gobierno de izquierdas. En éste, Pedro Sánchez juraría el cargo de presidente del Gobierno con él como vicepresidente, en una coalición de izquierdas similar a la que gobierna en Portugal. Además, Izquierda Unida también estaría presente en el ejecutivo.
Este gobierno tripartito no superaría los 161 votos del Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C’s), necesarios para que Sánchez sea investido por el Congreso en la segunda vuelta, donde solo precisa la mayoría simple. Por lo tanto, los votos positivos de Esquerra o el PNV serán decisivos para ser elegidos.
Además Iglesias ha reconocido su voluntad de reivindicar la creación de un gobierno de cambio que cuente con un ‘Ministerio de la Plurinacionalidad’ que aborde el debate territorial. Además, se ha mostrado para acordar una serie de medidas de marcado carácter social durante los primeros 100 días de gobierno. Así, también ha comunicado al monarca la intención de que determinadas áreas fundamentales “personifiquen el cambio”.
Aunque el diputado de Podemos no ha aclarado qué carteras serían propiedad de su formación sí que ha mencionado la labor que tendrán que llevar a cabo los ministros en las diferentes materias. De esta forma, al de Economía le ha encargado “acabar con los recortes y la reforma laboral”, al de Asuntos Exteriores que “España sea una potencia en Cooperación y Derechos Humanos” o que el futuro jefe de Interior “nunca más reciba corruptos en su despacho”. A su vez también ha reclamado una “RTVE pública independiente”.
La proposición de un tripartito de izquierdas ha sorprendido hasta a sus protagonistas. Pedro Sánchez ha declarado en una rueda de prensa a mediodía que “solo cuando fracase Rajoy negociaré con Iglesias” a la vez que ha asegurado que puede negociar con izquierdas y derechas. El diputado por IU, Alberto Garzón, ha declarado por Twitter estar de acuerdo con la necesidad de cambio aunque respetando los programas electorales. Mientras tanto, Rivera ha criticado: “otros lo primero que piden son sillones de gobierno”. Más tajante se ha mostrado la vicepresidenta del gobierno en funciones, Soraya Saénz de Santamaría, que ha sentenciado que “están poniendo en juego la vida y el futuro de los españoles”.