La jornada de constitución del Congreso estuvo marcada por la polémica. Pablo Iglesias declaró ese mismo día que "efectivamente" un acuerdo en el cual Pedro Sánchez se presentase como alternativa a un gobierno del PP está más lejos que nunca. El enfado por parte del líder de Podemos surge a raíz del acuerdo entre PSOE y Ciudadanos para convertir al socialista Patxi López en presidente de la Mesa del Congreso. Sin embargo, el líder socialista sigue viendo posible un acuerdo entre las dos formaciones y ha calificado las declaraciones de Iglesias de ’’pataleta’’.
El positivismo de Pedro Sánchez se debe también a las declaraciones que Íñigo Errejón, número dos de Podemos, pronunció el pasado jueves: “no hay líneas rojas” antes de iniciar las negociaciones con el líder del PSOE, la “mano sigue tendida”, señaló. Tras estas declaraciones queda de manifiesto un cambio de tono en las decisiones de Podemos.
La hipotética investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, ante el posible fracaso de Rajoy, necesita la alianza de las fuerzas del cambio: Podemos y Ciudadanos. Según afirmo el secretario general del PSOE: “Nos tenemos que entender con Ciudadanos y Podemos”.
Pese a las discrepancia existentes entre ambas formaciones en relación con sus programas políticos, Podemos no cierra la puerta a un acuerdo que considera muy necesario. Tras la polémica creada por las declaraciones de Pablo Iglesias, Íñigo Errejón sentenció: “Seguimos insistiendo en que Mariano Rajoy y el PP no pueden repetir en La Moncloa porque protagonizarían cuatro años más de recortes injustos e ineficaces y de impunidad contra la corrupción”. La negación de ambos partidos de mantener a Rajoy como presidente del Gobierno es el punto de unión entre las dos formaciones para alcanzar un acuerdo.