Las ondas gravitacionales son curvas en el espacio-tiempo generadas por los fenómenos más violentos del cosmos. La confirmación del descubrimiento de dichas ondas era, desde hace meses, un auténtico sueño para todos los científicos. Así pues, la teoría de Einstein puede estar a punto de confirmarse gracias al experimento LIGO, el cual cada vez es más preciso.
LIGO es una tela de araña de luz láser y tecnología punta, cuyos hilos se encuentran en dos detectores separados por más de 3.000 kilómetros. En caso de que las ondas gravitacionales atraviesan la zona de observación, el haz de luz modificaría ligeramente su posición, lo que permitiría detectarlas. El proyecto se ha dividido en diversas tandas y la primera de ellas ha acabado el mismo día que Krauss, quien no forma parte de la colaboración entre universidades y centros de investigación a cargo del proyecto, ha anunciado su rumor.
No obstante, de momento no puede saberse si el anuncio del físico es positivo, pues según Gabriela González, investigadora de la Universidad Estatal de Luisiana y portavoz de LIGO, el supuesto descubrimiento conlleva tiempo de análisis, interpretación y revisión de los resultados. Es por ello que el equipo ya está analizando los datos y, si estos resultan ser correctos, serán enviados a una revista científica para que sean analizados por expertos independientes, lo que supondría una espera de seis meses.
El aviso de Lawrence, si bien resulta ser cierto, supondría uno de los hallazgos más importantes en física. La observación del cosmos por parte de los astrónomos tendría más sentido gracias a las ondas, pues hasta ahora siempre ha sido estudiado a través de la luz. Además, este logro sería reconocido con un Premio Nobel, ya que fue hace 100 años cuando Einstein predijo que el sonido del universo se podía escuchar a través de las ondas gravitacionales, algo que nadie ha conseguido demostrar hasta el momento.