Casi una década después del desencadenamiento de la gran crisis en el continente americano, a causa del estallido de las hipotecas basura, la Reserva Federal americana (FED) podría subir los tipos de interés el próximo miércoles. El banco central estadounidense prevé llevar a cabo esta subida desde hace un año. Esto se debe a que, desde entonces, la institución ha observado que está teniendo lugar una mejora económica motivada por el impulso de la compra de activos financieros. Aún así, no se proclamó esta mejoría económica por los riesgos externos, como la frenada de algunos países emergentes como China.
Así, el precio del dinero volverá a empezar de cero. El paro ha descendido de un 10% en 2009 a un 5% en la actualidad, por lo que se podría hablar de que en EEUU hay una situación de pleno empleo. Aún así, el único inconveniente que destaca la FED es la inflación, que se sitúa en un 0,2%, un número muy alejado de la cifra deseada del 2%.
No obstante, la FED tiene argumentos válidos para llevar a cabo esta medida. La presidenta de la organización, Janet Yellen, declara que la decisión servirá para transmitir un mensaje de tranquilidad y confianza entre la población, lo que desembocaría indirectamente en un mayor consumo de los ciudadanos. Aún así, se teme que esta propuesta tenga un efecto negativo en las exportaciones por la revalorización del dólar.