Durante la multitudinaria misa que ha celebrado en la Universidad de Nairobi, capital del país, se ha referido al aborto: "Estamos llamados a oponernos a las prácticas que fomentan la arrogancia de los hombres, que hieren o degradan a las mujeres y ponen en peligro la vida de los inocentes aún no nacidos".
En la misma línea también ha añadido que "estamos llamados a respetarnos y apoyarnos mutuamente y a estar cerca de todos los que pasan necesidad". También ha hecho referencia a los prejuicios y la discriminación que estos conllevan invitando a la sociedad a realizar un rechazo activo de los mismos.
Como es habitual, ha enviado un mensaje a los jóvenes de Kenia pidiéndoles que "los grandes valores de la tradición africana, la sabiduría y la verdad de la Palabra de Dios y el generoso idealismo de su juventud, los guíen en su esfuerzo por construir una sociedad que sea cada vez más justa, inclusiva y respetuosa de la dignidad humana".
Asimismo, también ha tenido unas palabras para las familias keniatas de una forma especial. "Las familias cristianas tienen esta misión especial: irradiar el amor de Dios y difundir las aguas vivificantes de su Espíritu. Esto tiene hoy una importancia especial, cuando vemos el avance de nuevos desiertos creados por la cultura del materialismo y de la indiferencia hacia los demás". De esta forma ha llamado a una solidaridad común y total con todas las personas que nos rodean.
También, relacionado con el modelo de familia cristiana, ha extrapolado este concepto al país africano. De esta forma ha argumentado que la sociedad keniata "ha sido abundantemente bendecida con una sólida vida familiar, con un profundo respeto por la sabiduría de los ancianos y con un gran amor por los niños". En referencia a estas palabras ha añadido la importancia de la salud de las familias, de la que depende la salud de cualquier sociedad. En la misma línea de declaraciones, ha llamado a las familias cristianas para que su fe en la Palabra de Dios ayude a sostener a las familias en su misión para con la sociedad.
Ha declarado que los niños, tema tan candente como polémico en la curia romana, son una bendición para nuestro mundo y que sin hacer distinciones entre hombres y mujeres, somos hermanos y hermanas en una única familia humana. Finalmente, ha realizado un llamamiento para que los cristianos antepongan gestos de humildad y misericordia ante un sistema viciado por el egoísmo y el pecado que impera en la sociedad.