El anuncio emitido en la tarde del domingo por parte del Gobierno belga de alargar la máxima alerta ante el riesgo de un nuevo atentado terrorista, coincidió con las redadas policiales llevadas a cabo en varios puntos del país. En ellas, se detuvo a un total de 16 personas.
“La policía se encuentra en la persecución de varios yihadistas, es por esto, por lo que tras una reunión con el Consejo de Seguridad Nacional, hemos decidido mantener la alerta máxima”, declaró el primer ministro en rueda de prensa, en relación a los 19 registros efectuados la pasada media noche en siete barrios de Bruselas. Estas batidas se encuentran en el marco de una operación antiterrorista dirigida sin éxito a encontrar a Salah Abdeslam, sobre el que recae una orden de busca y captura por su presunta implicación en los atentados del 13 de noviembre en París.
“Las medidas tomadas durante estos últimos días por el Consejo de Seguridad, van destinadas al mismo fin: tratar de impedir que grandes grupos de gente se junte en un mismo lugar”, explica el corresponsal de Infoactualidad en Bruselas, Adrián Arranz. “En la tarde del domingo, y tras una nueva reunión, se acordaba cerrar de cara al lunes (el día de hoy) todos los lugares de enseñanza, así como varias empresas, solicitaban a sus empleados trabajar desde casa”, añade.
Asimismo, los medios de comunicación han dejado de informar durante varias horas a petición de la Policía federal, que ha lanzado un llamamiento a los periodistas y vecinos para que no sacaran a la luz los movimientos de las fuerzas del orden.