Comentarios obscenos, roces inoportunos, miradas y gestos lascivos son las situaciones a las que muchas egipcias se ven sometidas si deciden emplear el transporte público en su país. Para erradicar esta desagradable situación las viñetas de Ahmad Nady llegan a los muros de las estaciones de metro de El Cairo. Un recurso inusual pero con resultados prometedores. “Se están usando nuevas herramientas como los vídeos o los anuncios”, apunta el caricaturista al diario El Mundo.
El relato cuenta el ciclo completo al que se somete una joven que decide emplear un microbús en la ciudad de El Cairo y sufre acosos. Se incluyen sus posteriores pensamientos sobre cómo debe vestir y comportarse de ahora en adelante para no volver a ser víctima de estas agresiones. Pero ella no puede quedarse callada, es algo que afecta a todos y decide plantar cara a los acosadores.
La protagonista de la historia afirma: "A diario tengo que soportar la carga de caminar por la calle entre gente que invade mi cuerpo y mi intimidad”, pero tal y como dice el cómic: “Hay normas que criminalizan el acoso sexual. La ley está de tu parte". Y es que el régimen egipcio aprobó el año pasado una ley que castiga a los agresores con hasta cinco años de prisión y multas que pueden llegar hasta los 5.000 euros.
La iniciativa se ha estrenado bajo el lema 'El acoso sexual no solo daña a la mujer, nos hiere a todos' y es una obra impulsada por el movimiento Imprint contra los acosos a las mujeres egipcias. El cómic se exhibirá durante los próximos cuatro meses en las estaciones de metro de El Cairo. "Se calcula que más de tres millones de personas usan el metro a diario. Hemos recibido quejas de gente que bloquea los pasillos porque se queda mirando el cómic y se ha originado un gran revuelo en las redes sociales”, comenta a El Mundo la directora de proyectos de la asociación, Nahla Aziz, entusiasmada con la respuesta del público.
Por otro lado, el cómic también ha generado comentarios negativos. Algunas personas han escrito en los márgenes de los anuncios: “que se cubran y no serán acosadas”. Pero las encuestas revelan que quienes usan pañuelo islámico tampoco escapan a las agresiones. Un estudio publicado en 2013 por la entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, ONU Mujeres, desveló que el 99,3% de las encuestadas había sufrido acoso.