Esta operación se ha llevado a cabo tras las últimas informaciones vertidas sobre la relación de los terroristas de París con algunas células formadas en Bruselas. Se ha producido después de la detención durante el fin de semana y en el mismo barrio de siete sospechosos, de los cuales cinco fueron puestos en libertad y dos aún siguen detenidos, según un portavoz de la Fiscalía Federal belga.
Entre los que fueron detenidos se encontraba Mohamed Abdeslam, hermano de uno de los kamikazes, que fue liberado sin ningún cargo en su contra. La operación ha sido llevada a cabo por más de un centenar de policías y un camión de bomberos. Además, en el transcurso de los registros y las posibles detenciones se han producido disparos.
Después de encontrar el coche, un Volkswagen Polo, que los yihadistas utilizaron para atentar en la capital francesa, se pudo averiguar que éste había sido alquilado en Bélgica por Salah Abdeslam. Se trata de uno de los principales sospechosos que fueron claves en el atentado, hermano de Brahim, que se inmoló en París. Así pues, aunque tras el despliegue policial en Bruselas las primeras informaciones remitían a la detención de este sospechoso, al poco tiempo de la publicación de la noticia era la propia Fiscalía belga la que desmentía la detención.
El barrio bruselense de Molenbeeck, habitado mayoritariamente por ciudadanos procedentes del norte de África, es conocido por su radicalismo. Se trata de una de las 19 comunas que hay en Bruselas, aunque su peculiaridad se encuentra en ser la segunda más joven y ostentar también el segundo puesto en el ranking de pobreza. Debido a la idiosincrasia de este barrio, que algunos se atreven a denominar como marginal, no se descartan posibles futuros registros y detenciones en él.