Pedro Sánchez mantiene su propósito de endurecer las condiciones del despido mediante la revocación de la actual reforma laboral si es elegido como el próximo presidente del Gobierno. Así lo ha asegurado en su reunión con Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, secretarios generales de UGT y CCOO respectivamente. “Vamos a derogar la reforma laboral con un decreto ley y vamos a abrir un proceso de diálogo con los sindicatos y empresarios para hacer un estatuto de los trabajadores”, ha afirmado Sánchez en rueda de prensa.
Con estas declaraciones, el PSOE reafirma su intención de modificar el actual borrador de su programa de cara a las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, en el cual se especifica la derogación de tan solo algunos de los aspectos de esta ley. Con esta nueva dirección tomada por la formación socialista se recuperaría, según Sánchez, la causalidad del despido perdida en el año 2012 con la reforma del PP.
El líder socialista hace referencia con sus palabras a uno de los puntos más controvertidos de la reforma del PP. En él, se elimina la necesidad de autorización administrativa para el despido o modificación de las condiciones laborales por motivos económicos u organizativos entre otros. Esta modificación del borrador del programa responde a las peticiones de los propios sindicatos que consideran imprescindible la derogación de la reforma para la recuperación de derechos por parte de los trabajadores.
El PSOE pretende de esta manera atraer el voto de un sector poblacional que, según el último barómetro del CIS, pertenece actualmente a los partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos. A pesar de ello, los socialistas siguen siendo la segunda fuerza política de España por detrás de los populares encabezados por Mariano Rajoy, así como los primeros en intención de voto con un 2,3% más que en octubre de 2014 y un 1,6% más que el Partido Popular.