La Alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea afirmó antes del comienzo de la reunión que se buscará crear un clima de acercamiento común para comenzar las negociaciones de paz. John Kerry, secretario de EE.UU, reconoció que las negociaciones serán muy difíciles y se muestra más esperanzado que optimista en lograr un principio de acuerdo. Asimismo, los representantes de Francia y Alemania también consideran que este es el primer paso para iniciar el proceso de paz.
El ministro saudí, Adel al Yobeir, establece como cuestión innegociable que Irán acepte la salida del poder del líder sirio Bashar Al Assad, argumento que también han defendido los representantes estadounidenses. En lo referente a los aliados sirios, Irán declaró no querer mantener para siempre a Al Assad en el poder. Por su parte, Rusia se mostró favorable de celebrar unas elecciones libres en Siria.
Para acercar posturas se considera clave la participación de Omán, que se unirá mañana al encuentro. Se estima su importancia dado su papel de mediador en Oriente Medio así como sus buenas relaciones con EE.UU.
La cumbre de Viena congrega a los ministros y viceministros de varios Estados, a los que se añadirán representantes de la Unión Europea y de la ONU. Son muchas las esperanzas puestas en este encuentro, considerado el paso más ambicioso dado hasta el momento para conseguir la paz en Siria.
Es la primera vez que todos los actores internacionales con mayor influencia en el conflicto de uno y otro bando (EE.UU, Rusia, Irán y Arabia Saudí) acceden a sentarse a negociar. Sin embargo, a pesar de las altas expectativas generadas y de la buena predisposición mostrada por todas las partes a lograr una salida pacífica del conflicto, los protagonistas de la cumbre política se han mostrado cautos.