El poeta y crítico literario Carlos Bousoño ha muerto tras una larga trayectoria en el mundo de las letras. El asturiano desarrolló parte de su vida profesional en Madrid, donde fue docente, llegando a ser votado varios años como el mejor profesor de la Universidad Complutense.
El Gobierno del Principado de Asturias ha lamentado el deceso del autor, destacando la importancia de su legado y calificando su obra como “una de las más influyentes en su época”. Tras su fallecimiento, los restos mortales del teórico fueron trasladados al tanatorio madrileño de la M-30 y posteriormente incinerados este lunes, según fuentes familiares. El cuerpo descansará en el emblematico cementerio de la Almudena, donde se encuentran otros grandes artistas, como Benito Pérez Galdós o Lola y Antonio Flores.
Bousoño también destacó por su pertenencia a la Real Academia Española desde 1980 y su abundante obra poética y teórica. Entre los numerosos premios que recibió en su trayectoria destacan el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1995, el Premio Nacional de Ensayo en 1978 y el Premio Nacional de Poesía en 1990. Su gran libro teórico, ‘Teoría de la expresión poética’, fue galardonado con el Premio Fastenrath en 1952, mientras que con `Metáfora del desafuero’ ganó el Premio Nacional de Poesía en 1990.