Australia comenzará a bombardear objetivos del EI que se encuentren en Siria. Esta intervención se debe a que como según afirma el primer Ministro, Tony Abbott, “No podemos vencer al EI en Irak sin derrotarlo también en Siria”, principal objetivo de su próxima operación de bombardeos. Por ello, Abbott ha explicado que la intervención forma parte únicamente de la operación en Irak, en la que su país participa junto a Estados Unidos y otros países occidentales.
En materia de refugiados, el primer ministro australiano ha decidido cambiar su inicial idea de acoger como máximo a 13.750 refugiados, acordando que sean 12.000 personas más por encima de esa cuota establecida, con lo que hace un total de casi 26.000 desplazados sirios e iraquíes. A pesar de ello, el ejecutivo confirma que solo amparará a las personas que necesitan protección permanente y se consideren “minorías perseguidas”. Según ha afirmado la ministra de Exteriores, Julie Bishop, “las minorías deben ser cristianas, porque aunque el conflicto acabe, seguirán siendo perseguidas”, como los maronitas, los yazidis y los drusos, aclaraba Bishop. Unas declaraciones que han sido criticadas en el Parlamento Europeo, pero apoyadas por otros países de Europa del Este con el mismo acuerdo, “sólo cristianos”.