El fundador de la empresa Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, ha muerto esta mañana tras su ingreso en el centro hospitalario gaditano Santa María del Puerto el pasado mes. La rotura de cadera que provocó su salida de prisión, trajo consigo una neumonía que impidió su recuperación.
No obstante, a pesar de esta inesperada recaída, el empresario ya había visto gravemente perjudicada su salud en los últimos meses. En junio, cuando ingresó en la prisión de Soto del Real a la espera de ser juzgado en Valladolid por dos presuntos delitos fiscales cometidos en 2009, fue puesto en libertad ante el deterioro de su habilidad cognitiva y funcional.
Los síntomas de Parkinson acreditados en el informe médico sirvieron al abogado de Ruiz-Mateos, Marcos García-Montes, para recurrir el decreto de prisión y solicitar la suspensión de la pena ante la “enfermedad muy grave con padecimientos incurables” del acusado.
Finalmente, el empresario no ha logrado superar las dificultades a las que se enfrentaba y será enterrado mañana en su localidad natal, Rota (Cádiz).