El cara a cara entre el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición ha copado gran parte de la sesión de control al Gobierno llevada a cabo durante la mañana de este miércoles en la Cámara Baja. Mariano Rajoy, en línea con la actitud adoptada por el PP durante las últimas semanas, ha acusado a Pedro Sánchez de haber convertido al PSOE en “un partido extremista, radical y alejado de toda centralidad” y ha responsabilizado al máximo dirigente socialista de los espectáculos que, a su juicio, están dando los “grupos extremistas” en el Ayuntamiento de Madrid. Así ha replicado el presidente del Gobierno a Pedro Sánchez, quien ha espetado a Rajoy que los posibles cambios en su Gabinete “no importan a los españoles”, pues el único avance que esperan los ciudadanos es su salida de la Moncloa.
Con dureza y una actitud visiblemente molesta, Rajoy se ha defendido con otra acusación directa a los socialistas, asegurando que “el único cambio que no esperan los españoles es que vuelvan al Gobierno quienes aplicaron una política que les llevó a la ruina y a la mayor crisis de la democracia, ni alguien que se salta la voluntad democrática y que pacta con quienes están a las órdenes de Venezuela".
Por su parte, Sánchez ha recriminado a Rajoy que haya gobernado “contra todos”, asegurando que “se ha ganado a pulso pasar de la mayoría absoluta a la soledad absoluta”; y le ha reprochado que confunda “la estabilidad institucional con poner al servicio de su partido los intereses de las instituciones”, haciendo referencia a la Agencia Tributaria y al ente público RTVE. Por otro lado, el líder socialista ha señalado el agotamiento del proyecto político del PP, destacando que “en el colmo del revanchismo, ahora los `populares´ amenazan con la modificación unilateral de la Ley Electoral para hacer un traje a medida de sus intereses”.
El cruce de acusaciones entre ambos líderes ha dado paso a otro debate protagonizado por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando. Este último ha puesto de nuevo sobre la mesa la corrupción del Partido Popular y los “martillazos” de sus políticas a los ciudadanos, un reproche ante el que la vicepresidenta se ha defendido con otra vieja acusación, sacando a relucir el caso de los ERE en Andalucía, y pidiendo a Hernando “un poco de memoria al hablar de corrupción”.
Los enfrentamientos entre `populares´ y socialistas han sido amenizados por aplausos desde sus respectivas bancadas. Los de Sánchez han respaldado las palabras del líder de la oposición y han apoyado la salida de Rajoy de la Presidencia del Gobierno tras las elecciones generales. El PP, por su parte, aguarda la remodelación del Gabinete y de la cúpula del partido que plantea el jefe del Ejecutivo, quien ha suscitado la duda de si la esperada crisis de Gobierno se producirá a lo largo del día de hoy o esperará a mañana.