"Estas personas han cambiado, tienen una actitud absolutamente institucional, son muy válidos y los quiero a todos conmigo", ha afirmado la actual alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, con motivo de la polémica surgida a raíz de los tuits que publicaron el concejal de Cultura, Guillermo Zapata, y el responsable del área de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, Pablo Soto. La primera edil ha asegurado no declararse “amiga” del humor negro y defiende la necesidad de establecer unos límites cuando se trata de este tipo de contenidos.
Asimismo, la regidora ha explicado que se revisará el proyecto de Cultura con el fin de que el Ayuntamiento lleve a cabo las acciones necesarias para que sea unitario y que “no empiece generando divergencias en un tema tan discutido como es el alcance del humor negro".
Con respecto a Guillermo Zapata, Carmena ha declarado no haber tomado todavía una solución definitiva, pero ha afirmado que en los próximos días se reunirá con él para debatir si debe abandonar sus responsabilidades en el área de Cultura. "Guillermo no es un problema, habrá que buscar la manera de poder rentabilizar mejor su actuación (...), pero en principio no es un problema”, ha declarado la alcaldesa.
Por otra parte, Zapata ha asegurado que sus tuits fueron malinterpretados por la comunidad de internet al haber sido “descontextualizados”. Según afirma el edil, estos contenidos se encuadraban dentro de un debate surgido en las redes sociales acerca de los límites del humor.