Tras 24 años de mayorías absolutas del PP, la izquierda tiene en su mano, a través de pactos, conseguir llevar las riendas del Ayuntamiento de Madrid. Esperanza Aguirre ganó ayer los comicios municipales en la capital, pero por la mínima (34,4%), por tanto, sin el número de concejales suficientes para asegurarse su puesto como alcaldesa.
Pese a quedarse en la segunda posición, Ahora Madrid, una formación recién nacida, se ha constituido como la auténtica triunfadora de la noche electoral. La lista encabezada por la exjueza Manuela Carmena recogió el 31,9% de los sufragios, lo que deja abierta la posibilidad de una coalición con el PSOE; nombrada tercera fuerza con un 15,3%. Por tanto, el partido de Aguirre, necesitará al final del apoyo de Ciudadanos para conseguir el Ayuntamiento de la capital.
No obstante, el Ayuntamiento no ha sido la única pérdida del PP en Madrid. Cristina Cifuentes, candidata a la Comunidad, ha sido la más votada, con casi el 33%, es decir, 48 escaños, pero no es suficiente. Cifuentes necesitará del apoyo de Ciudadanos (17 parlamentarios) para poder gobernar en la región; la mayoría absoluta requiere 65 escaños. “Me siento muy honrada y satisfecha de no haber defraudado la confianza del presidente de mi partido. Ha sido un triunfo complicado en un momento complicado, pero los madrileños en la Comunidad han confiado de forma mayoritaria en el PP”, indicó ayer Cifuentes tras ser preguntada por los resultados logrados por su candidatura.
Otro de los principales cambios producidos en estas elecciones ha sido en Barcelona. Ada Colau ha logrado vencer a CiU en una de sus más preciadas posesiones municipales. El partido liderado por la exactivista, BComú, ha obtenido el apoyo del 25% del electorado barcelonés, es decir, 11 concejales, uno más que su opositor, Xavier Trias. En sus primeras palabras como vencedora, Colau ha anunciado que su intención es la de ser alcaldesa aunque sea con un gobierno en minoría y que su formación defenderá el sentido común. “No queremos que nadie nos tenga miedo, queremos que tiemble el hambre y la corrupción”, ha subrayado la exactivista.
Asimismo, otra de las grandes pérdidas del PP ha sido Valencia. La capital del levante vive un vuelco político tras más de dos décadas de hegemonía popular, con Rita Barberá como capitana. Los conservadores, aunque son la fuerza más votada, con el 25,71% de los sufragios, no podrán mantener el gobierno ni con el apoyo del partido de Albert Rivera, que accede por primera vez en el Ayuntamiento con 6 concejales. Además, el PNV recupera San Sebastián y Gipuzkoa, esta última en manos de EH Bildu.