Los británicos acuden a las urnas para escoger al primer ministro y, mientras, las encuestas ya auguran una división en los resultados. No obstante, sigue habiendo dos partidos que acaparan la mayoría de los votos. El partido conservador del primer ministro David Cameron obtendría un empate en número de diputados con los laboristas de Ed Miliband. La tercera agrupación más votada seria el Partido Nacional Escoces de Nicola Sturgeon. Todo esto precede un gobierno inestable y con la necesidad de un pacto para formarlo.
A pesar de que tanto laboristas como conservadores confían en tener una mayoría suficientemente grande como para formar gobierno por su cuenta, las encuestas indican todo lo contrario. En ellas se vaticina que el partido de David Cameron obtendría un 34% de los votos, el partido laborista un 33%, y el partido nacionalista de Escocia daría la sorpresa aumentando sus votos hasta un 14%. Tras estos, se situarían los liberales-demócratas (8%); los Verdes (5%); y otros (6%). La traducción a escaños, según la web May2015, sería: conservadores, 273; laboristas, 268; SNP, 56; liberales-demócratas, 28; UKIP, 2; Verdes, 1. Para formar gobierno sería necesario el apoyo de 326 diputados de los 650 que tiene el Parlamento británico.
Respecto a un posible pacto, tanto laboristas como conservadores estarían dispuestos a negociar con el partido de los liberales-demócratas, aunque con el apoyo de este no sería suficiente para formar gobierno, y los liberales se niegan a llevar a cabo dicho acuerdo si dentro de la coalición se encuentra el SNP o el UKIP. Por su parte, el partido antieuropeista UKIP solo pactaría en el caso de que el partido con mayoría se comprometiera a convocar un referéndum en relación a la integración de Inglaterra en la UE.
En el caso de que ningún partido consiguiera formar gobierno, la agrupación del primer ministro continuaría en sus funciones hasta que consiga una mayoría lo suficientemente sólida como para formar gobierno, o –ante la negativa- presente su dimisión a la reina.
Con un mapa político muy dividido, lo cual no pasaba en este país desde hace décadas, los partidos políticos en Inglaterra deberán empezar a pensar en posibles pactos, una situación muy parecida a la que se prevé en España para las próximas elecciones. Finalmente, los resultados oficiales se harán públicos hacia las dos de la madrugada de la hora británica.