El Cairo intenta recuperar los apoyos de la Unión Europea que le fueron objetados después de que Al Sisi llevase a cabo un golpe de Estado contra Morsi en julio de 2013. El martes mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y este jueves realiza su primera visita oficial a España.
Al Sisi desayunará este jueves en Madrid con un grupo de empresarios españoles y egipcios. Más tarde visitará La Moncloa para verse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En dicho encuentro, se prevé que ambos firmen varios acuerdos de cooperación, de los que se informará en una comparecencia pública. A continuación, Al Sisi almorzará con los Reyes y Rajoy en el Palacio Real. Finalmente, se reunirá con Jesús Posada, presidente del Congreso de los Diputados.
“España y Egipto han gozado tradicionalmente de unas buenas relaciones, y el hecho de que en los últimos dos años no se hayan interrumpido es algo a tener en cuenta”, afirma Hana Ebeid, analista del Centro de Estudios Estratégicos Al Ahram a El País. “Además, España acaba de declarar su respaldo a la candidatura de Egipto al Consejo de Seguridad. Para El Cairo, la alianza con los países del sur de la UE es importante para poder profundizar sus relaciones con los 28”, señala.
Es importante recordar que la visita de Al Sisi a España pertenece a una campaña de Egipto para visualizar el apoyo de la comunidad internacional. Además, se realiza un mes después de que la Casa Blanca levantara el bloqueo impuesto a una parte de su ayuda militar tras el golpe. Esta aprobación se basa en intereses políticos, ya que en Egipto no se han reducido las violaciones de los derechos humanos.
Además, no se ha concretado la fecha de las elecciones legislativas de Egipto, que debían haberse celebrado el pasado verano. Al-Masry al-Youm, un diario egipcio, realizó un reportaje en el que se demostraba la existencia de sobornos y torturas en comisarías y cárceles, algo parecido a lo que ocurría antes de la revolución de 2011.
Al mismo tiempo que Egipto asegura practicar una política moderada, el Gobierno de Al Sisi ha acrecentado la persecución a los homosexuales, desarrollándola en las redes sociales. Además, ha creado en los ministerios un programa para frenar el ateísmo.