Tsipras ha visitado hoy Moscú, a sólo un día de que Grecia pague la deuda de 450 millones de euros al FMI, para reunirse más tarde con Putin. El gobierno ruso intenta profundizar mientras en las dos opiniones existentes en la UE, una a favor de las sanciones a Rusia tras la anexión de Crimea, y otra en contra de dichas sanciones.
Nikolái Fiódorov, ministro de Agricultura de Rusia, ha indicado que el Gobierno puede estudiar la eliminación de sanciones al sector alimenticio para “algunos países” de la UE, como Grecia, Hungría y Chipre. “En el Gobierno podemos tener propuestas valorando en conjunto las relaciones de Rusia con países concretos y puede haber propuestas para sacar a algunos países de la lista”, ha declarado el ministro.
Fiódorov ha asegurado que el Gobierno ruso ha debatido iniciativas “procedentes de varios países para abolir el régimen de sanciones” y ha insistido que son “Grecia, Hungría y Chipre”. Sin embargo, cree poco probable que se llegue a una conclusión en la reunión con Tsipras. A mediados de marzo, Fiódorov informó de que su departamento examinaba distintas opciones de “respuesta civilizada” a la “petición de algunos países europeos de exportar mercancías agrícolas a Rusia”. Indicó que eran posibles numerosas variantes.
A cambio de la importación agrícola, Moscú quiere que Atenas (y otros países que se solidarizan con Rusia) no se limite a las críticas a la política de la UE, sino que saque partido a su derecho a veto para romper el frente europeo ante la política rusa. De los países que se posicionan a favor de abolir las sanciones a Rusia, Grecia es quien más avanza.
Además, Rusia muestra interés por la privatización de activos griegos, en el sistema de transporte de gas de Grecia y en dos puertos. Moscú podría rebajar el precio del gas ruso a Grecia, ayudarla económicamente y darle preferencias, pero si Grecia hace concesiones.
El Kremlin no descarta que en la reunión de Putin y Tsipras se trate el tema del embargo comercial. “Colaboramos en el campo de la agricultura, constatamos una disminución del intercambio de mercancías en este campo, en relación las medidas que nos hemos visto obligados a adoptar en relación a varios productos”, declaró el secretario de Prensa del presidente, Dimitri Peskov.
Los representantes rusos señalan que Grecia puede beneficiarse por ser un país de tránsito del combustible ruso a partir del gaseoducto que Rusia prevé construir con Turquía en sustitución de la corriente del Sur. El nuevo canal ruso-turco será el resultado de la fusión con la “corriente del sur”. Rusia quiere suministrar 63.000 millones de metros cúbicos de gas, de los cuales 14.000 millones permanecerán en Turquía y el resto llegará a la frontera de Turquía con Grecia. De esta manera, Grecia se beneficiaría del tránsito hacia otros países europeos.
Víctor Orban, primer ministro húngaro, se sitúa como el más cercano de los nuevos socios potenciales de Rusia. Según el diario ruso Kommersant, el pasado martes tuvo lugar en Budapest una reunión de los ministros exteriores de Grecia, Serbia, Macedonia, Hungría y Turquía en la que se discutió la participación de estos países en el proyecto Gazprom “la corriente turca”. Los asistentes firmaron una declaración sobre “colaboración energética” para una diversificación justificada de las rutas y fuentes de gas natural desde Turquía a Europa.