UNICEF ha anunciado este miércoles, 12 de marzo, que aproximadamente 14 millones de niños sirios e iraquíes sufren los efectos del conflicto armado de la zona. Por una parte, tras cinco años del inicio de los enfrentamientos en Siria, cerca de 2 millones de niños no reciben ayuda humanitaria y unos 2’6 millones no asisten a clase. Además, la situación del país ha obligado a casi 2 millones de niños a refugiarse a los países vecinos, como Líbano, Turquía o Jordania. Por otra parte, la crisis en Irak ha provocado que 2’8 millones de niños abandonen sus hogares.
“Los niños de corta edad no conocen otra realidad que esta crisis. En el caso de los adolescentes que inician la etapa formativa de sus vidas, la violencia y el sufrimiento no sólo han marcado a fuego su pasado sino que han comenzado a definir su futuro", afirma Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF. El especialista señala que a pesar del daño sufrido, los niños afectados por la crisis no han perdido la determinación y el coraje para construir mejores vidas. Asimismo, añade que "al comenzar el quinto año de crisis, persiste el peligro de que esta generación de jóvenes se pierda en un ciclo de violencia y repita en la generación siguiente lo que ha sufrido y continúa sufriendo".
Existen soluciones para mejorar la situación de los niños de las regiones en conflicto, según indica UNICEF. Aumentar los cursos de recuperación escolar, formación profesional y actividades recreativas, mejorar los sistemas de certificación escolar o aportar servicios de atención psicosocial y asistencia son ejemplos que ayudarían a cambiar la situación extrema en la que viven los niños sirios e iraquíes.