La investigación realizada por la Brigada de Información de Madrid y la primera Unidad de Intervención Policial tras la fatídica muerte del seguidor radical Jimmy, consecuencia de la disputa entre simpatizantes del Frente Atlético y los Riazor Blues, ha comenzado a tener los primeros resultados esta mañana, con la detención de al menos 34 personas del equipo madrileño.
Los arrestos se han producido en Madrid, Móstoles y Leganés, además de otros municipios próximos. Cuenca, Talavera de la Reina (Toledo) y Ávila también fueron visitados por la Policía para completar las detenciones tras haber inspeccionado varios lugares como el bar Río Duraton, situado cerca del estadio Vicente Calderón, que sirve como lugar de reunión para los ultras del Atlético.
La pelea entre seguidores radicales de ambos equipos de diferente ideología, ocurrió a primera hora de la mañana, pero nadie -ni la policía, ni la Delegación de Gobierno de Madrid, ni el Consejo Superior de Deportes- aporta información sobre si hubo o no cita concertada entre ambos bandos y si se había podido prever el encuentro, a pesar de que hubo indicios que la policía clasifica de “llamadas e informes poco consistentes”. Pese a la poca información obtenida de los participantes en la reyerta, los investigadores han seguido la pista de los supuestos agresores, valiéndose de las grabaciones de cámaras y sus propios teléfonos móviles.
Además de las detenciones, se están practicando varios registros relacionados con la investigación. Ya el mismo día del conflicto fueron detenidas 21 personas; 16 de los Riazor Blues, cuatro del Frente Atlético y una persona con antecedentes de relación con los Bukaneros del Rayo Vallecano, aunque todos fueron puestos en libertad tras prestar declaración ante el juez.
El asesinato de Taboada ha supuesto un antes y un después en la regulación de los encuentros deportivos, principalmente de la esfera futbolística, y ha dejado abierto el debate de la fuerte participación de estos seguidores en los campos de fútbol y del porqué no se suprime.