En el centro de Sidney, sobre las 9.30 hora local, se ha desarrollado un secuestro, a mano armada, en una cafetería. La subdirectora de la Policía de Nueva Gales del Sur, Catherine Burn, ha confirmado que “cinco personas han sido liberadas” pero la Policía no ha aclarado si han salido como consecuencia de negociaciones o si habrían podido escapar por sus propios medios. Tampoco se ha podido concretar el número rehenes que continúan retenidas por el atacante, ya identificado; aunque la policía ha pedido a ABC, cadena de televisión pública australiana., que no desvele su identidad.
La ABC ha confirmado que ha recibido llamadas de varios de los rehenes, que estarían siguiendo instrucciones del secuestrador. “ABC puede confirmar que ha sido contactada varias veces por rehenes desde el interior de la cafetería de Lindt y que estamos cooperando con la Policía”, ha afirmado la cadena en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter.
Pero no ha sido la única, ya que hasta tres televisiones y radios australianas han recibido también estas llamadas. Según han contado los rehenes a los periodistas de estos medios, el secuestrador estaría pidiendo hablar con el primer ministro australiano, Tony Abbott. Otra de las exigencias era que le trajeran una bandera del Estado Islámico, que utilizaba, posteriormente, para mostrarla por el cristal de la cafetería con un rezo árabe, “No hay más Dios que Alá, y Mohamed es su profeta”. Por el momento se desconoce si pertenece al Estado Islámico o actúa por su propia cuenta, según los medios locales.
Finalmente, como respuesta al incidente, Abbott ha convocado una reunión de urgencia del Comité de Seguridad Nacional y ha calificado de “profundamente preocupante” la situación.