Teresa Romero está libre de ébola. Así lo demuestran los sucesivos análisis que se le han hecho en la última semana y que han propiciado que se anuncie para mañana el alta hospitalaria de la auxiliar de enfermería contagiada con la enfermedad cuando atendía al misionero repatriado Manuel García Viejo.
El pasado sábado, se realizaron los últimos análisis a la auxiliar de enfermería que confirmaron que no había rastro del ébola en sus fluidos corporales, es decir, ya no había riesgo de contagio. Por ello el equipo médico decidió levantar el aislamiento, días más tarde, trasladando a Teresa Romero a la quinta planta, permitiéndola así recibir visitas.
Romero es la primera contagiada por el ébola fuera de África por contacto directo con un enfermo. Aunque fue declarada curada el pasado 21 de octubre, el equipo médico extremo la precaución continuando con el aislamiento de Romero en el centro sanitario madrileño. La auxiliar de enfermería se sentía contraria a continuar con el aislamiento, ya que ella admitía que se encontraba “muy bien”.
Javier Limón, marido de Teresa Romero, confesó ayer que su mujer tenía muchas ganas de abandonar el hospital y añadió que lo primero que iba a hacer es ir a su pueblo natal, Becerreá, para recuperarse. El equipo médico dará una rueda de prensa mañana a las diez, culminando el último episodio de la crisis del ébola en España.