Tal como lo anunció el pasado miércoles, junto con la delegada de Economía y Hacienda, Concepción Dancausa, el proyecto consiste en eliminar la tasa de basuras; congelar o reducir el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) para tres de cada cuatro viviendas de la capital; bajar el impuesto de vehículos un 10% y mantener las tasas y precios públicos como polideportivos o talleres culturales, de manera que no se comprometa la calidad de los servicios públicos. El estado dejará de ingresar 308 millones de euros como consecuencia de estas medidas y supondrá un ahorro para el ciudadano de 662 euros como media.
En cuanto al supuesto de la tasa de basuras, supondrá una disminución de 130 millones de euros en los ingresos del Ayuntamiento de la Comunidad de Madrid. Por su parte, los ciudadanos ahorrarán una media de 48 euros gracias a esta medida. Ana Botella ya advirtió de la bajada de este impuesto el 28 de abril de 2014.
La segunda medida se va a reflejar en el “numerito” del coche, conocido como Impuesto de Vehículos de Tracción mecánica, que se reducirá en un 10% y supondrá un ahorro de casi 15 euros para los ciudadanos.
La rebaja del IBI no es una bajada del impuesto, sino una forma de contrarrestar la subida aprobada por Alberto Ruíz Gallardón en el 2011. Se reducirá en torno a un 10 % y el Estado dejará de ingresar 105 millones. Este impuesto no va a afectar a todos por igual, debido a que unos inmuebles se han revalorizado más que otros. No obstante, se mantendrán las ayudas a familias numerosas y a aquellas con menores recursos.
El Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, conocido como plusvalía, se vio afectado también con una subida en el 2011. El Ayuntamiento reducirá la carga fiscal, a pesar de ser un acto contrario al proyecto tramitado en el Parlamento por el Gobierno de Mariano Rajoy, que pretende aumentar el tipo impositivo de las ventas de viviendas de segunda mano.