Después de que ingleses y holandeses votaran a sus representantes europeos el pasado jueves, este viernes le toca el turno a Irlanda y a la República Checa. Esta última, siguiendo con la actitud de pasados años, espera una baja participación de entre el 28% y el 35%. Esto equivale a una tasa de abstención de al menos el 65%, como ha quedado reflejado en una encuesta del Centro para el Estudio de la Opinión Pública publicada esta semana en Praga. Los checos podrán elegir a un total de 21 europarlamentarios desde las 14 horas del viernes hasta las 22:00, y también el sábado desde las 8 horas hasta las 14:00. La Alianza de Ciudadanos Insatisfechos (ANO), se alza como favorita en el país centroeuropeo, seguida de los socialdemócratas del CSSD.
También se esperan cifras de abstención elevadas en Irlanda, donde la afluencia no será mayor del 60%, según las encuestas. Más de trece millones de irlandeses están llamados a las urnas para elegir a once eurodiputados en el Parlamento de Estrasburgo. Además, en este país se llevan a cabo simultáneamente elecciones locales, en las que se podrán elegir a un millar de representantes municipales, y se celebran unas elecciones parciales en el interior para cubrir dos escaños que han quedado libres en la Cámara Baja irlandesa. Se espera que el Gobierno de coalición entre el Fine Gael y los laboristas sufra una caída respecto a las pasadas elecciones, mientras que el Sinn Féin, antiguo brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), podría mejorar sus resultados, logrando hasta tres escaños en las europeas y triplicando su presencia en las municipales.
El sábado, además de continuar con las elecciones europeas en República Checa, votarán Letonia, Malta y Eslovaquia. Ya el domingo 25 de mayo será el turno del resto de países de la UE, incluida España, en unas elecciones marcadas por una abstención generalizada.