Gregorio Jiménez de la Cruz, periodista mexicano, fue hallado sin vida ayer en el municipio de Las Choacas, Veracruz. El cadáver se encontraba en una fosa clandestina junto con el de otras dos personas. Jiménez, quien trabajaba en la sección policial de Notisur y Liberal del Sur, fue secuestrado en la entrada de su casa el pasado miércoles 5 de febrero.
Eric Maldonado Caraza, director de Investigaciones Ministeriales, explicó que, según las investigaciones forenses, fue a primeras horas del jueves 6 de febrero cuando el periodista fue asesinado y depositado en dicha fosa clandestina.
La Procaduría General de Justicia de Veracruz, que halló el cadáver del periodista, informó ayer en una conferencia de prensa que la presunta autora intelectual del crimen es Teresa de Jesús Hernández Cruz, empresaria mexicana. Felipe Amadeo Flores, Procurador General de Justicia del Estado de Veracruz, informó los avances y resultados de la investigación. Según la Procaduría, Teresa de Jesús Hernández Cruz pagó 20.000 pesos a varios sicarios para que ejecutaran y se deshicieran del cadáver de Gregorio Jiménez, con quien tenía ‘diferencias personales’.
El periodista, como reportero policial, cubría los secuestros y desapariciones que tenían lugar en la zona de Coatzacoalcos y sus alrededores. Jiménez había informado con anterioridad de varios delitos que tuvieron lugar en el bar ‘El Mamey’, del que era dueña Teresa de Jesús.
Desde 2011, han sido asesinados 11 periodistas en Veracruz y una docena han tenido que abandonar el estado debido al clima de violencia. Con 87 periodistas asesinados desde 2000, México se considera el país más peligroso de América Latina para ejercer esta profesión.