La operación de la Guardia Civil para detener a presuntos miembros del “frente” de abogados de ETA quedó ayer desvelada al enviar el Ministerio un comunicado y un tuit anunciando la detención minutos antes de que sucediese.
El Ministerio del Interior, apenas media hora después de remitir su primer comunicado informando sobre la detención de los presuntos miembros de ETA, envió otra nota de prensa en la que apuntaba que la información proporcionada anteriormente quedaba “anulada a todos los efectos”.
El fiscal jefe, Javier Zaragoza, ha solicitado un informe al Ministerio al considerar que es “lamentable que una operación de esta envergadura se vaya así al traste”. Las fuentes del Ministerio insisten, sin embargo, en que se trata de un “error no intencionado”.
Por su parte, el portavoz de la Unión de Guardias Civiles ha declarado que la actuación del Ministerio fue “un error monumental”, y que como consecuencia se han perdido pruebas fundamentales como pendrives, discos duros o documentos en papel. Ha asegurado que “los agentes están con los ánimos caídos porque se ha tirado el trabajo de muchos meses” y lamenta que Interior no vaya a pagar su error.
La pérdida del efecto sorpresa hizo que a la llegada de la Guardia Civil, los ahora detenidos se encontrasen en los despachos cerrando ordenadores y destruyendo pruebas. Aún así, los agentes necesitaron más de treinta cajas para trasladar la documentación incautada a los presuntos etarras.
Ante este incidente, el Gobierno vasco mostró su “estupor” ante las “confusas y contradictorias” informaciones dadas.